jueves, 28 de marzo de 2024

Cultura Constitucional

Aprendizaje luego del proceso electoral

Lic. Simón Baca Suárez

Los temas de conversación de estos días invariablemente se refieren a las distintas posturas sobre los resultados electorales del domingo. Se pueden comentar muchos temas al respecto, como resultar los puntos positivos de la organización y desarrollo de la jornada, también sobre los inconvenientes que impidieron que el saldo de la jornada fue completamente blanco, entre otros. 
Nos interesa mostrar algunas posturas a las que denominamos aprendizajes porque se invita a cuestionar y redimensionar el papel de la ciudadanía en los procesos electorales. Los siguientes puntos también pretenden ser un pretexto para cuestionar y luego redimensionar algunos conceptos, ideas, expectativas o percepciones de lo político, lo electoral y lo partidista. 
Como primer aprendizaje propongo que asimilemos que es completamente válido, objetivo incluso óptimo que las personas tengan una postura partidista. Implica que la Constitución nos reconoce el derecho de afiliación y participación dentro de los partidos políticos. Por tanto, es válido que nos identifiquemos en la vida cotidiana como simpatizantes o militantes de determinado partido político, lo cual va más allá de un día de elecciones.
La Constitución Política Federal nos reconoce el derecho y libertad para participar en asuntos políticos del país, por lo cual, en el mismo texto se determina como una obligación para los partidos políticos mantener constantemente actividades de difusión y promoción de sus posturas políticas, con el fin de organizar la toma de decisiones en la comunidad, dentro de las reglas de la democracia.  
De lo anterior se deriva el segundo aprendizaje. No debemos alejarnos de la política. Los asuntos públicos y políticos deben ser discutidos constantemente y de forma cotidiana, no estamos refiriendo por discusión una perspectiva de conflicto o negatividad, sino un constante intercambio de posturas, evaluaciones, análisis y críticas sobre decisiones o actos de autoridades en turno.
El ejercicio de los derechos ciudadanos va más allá de la participación el día de la jornada electoral. La ciudadanía debe estar enterada de las acciones de la autoridad electa, la ciudadanía debe exigir el cumplimiento de los compromisos postulados en la campaña, por tanto, nos asisten derechos de expresión, de petición, de acceso a la información y de transparencia en modalidad de rendición de cuentas.
Como tercer aprendizaje propongo que dejemos de referir que el o la ganadora es una persona determinada; si bien, la candidatura le asiste a la persona física pero esta persona representará a un porción de la población que se identifica entre sí por una postura política determinada, y por lo cual, se le delego la confianza para hacerse cargo de obligaciones que implica ejercer el cargo. 
Deberíamos considerar que quien triunfa en la elección es una determinada postura política. Lo que resulta claro y vinculante es aquello que representa el partido político: sus principios, su perspectiva de la realidad económica, sus postulados para el ejercicio de presupuesto público y su postura sobre el respecto y protección de derechos y libertades de la población. 
Las elecciones no son competencias individuales, por lo cual resulta incorrecto referir que determinada persona ganó. Sin el apoyo del partido político y demás población votante, esa persona no podría adquirir ningún cargo. Entonces, lo que realmente se impuso fue la suma de voluntades respecto de determinada opción para hacer algo relacionado con lo público y eso implica que aunque usted no haya votado por la opción electa, tiene del derecho de gozar de los beneficios de las acciones y programas de ese gobierno. 
El cuarto aprendizaje está relacionado con lo anterior, en la dimensión que todo voto es válido. No conviene relacionar temas como: el voto razonado, el voto en masa, el voto desinformado, el voto de castigo, etc. Debemos considerar que el derecho a votar se ejerce en plena libertad, por tanto, las razones que cada persona manifieste para emitir un apoyo o incluso, para invalidarlo, deben ser consideradas como válidas. 
La calidad de los argumentos que expliquen el por qué se decidió el sentido del voto, obedecen directamente con la calidad de la información que emiten los partidos políticos, el grado de difusión de los planes y posturas políticas; sin olvidar el papel del sistema educativo, de civismo, así como de cultura jurídica del pueblo mexicano. Desde nuestra perspectiva, si las razones que expresa la mayoría de la población para haber emitido su voto no son consideradas como óptimas, entonces el verdadero problema es el sistema político, jurídico, cívico y democrático del país, ya que las autoridades no han hecho un trabajo previo de forma óptima. El quinto aprendizaje sería que todo voto es válido, en la medida que no importa la calidad de las razones que se tuvieron para emitirlo. Todo voto es la manifestación de una postura política propia en el momento concreto. Entonces, las personas también pueden cambiar de visión política, en la medida que sus expectativas o anhelos no se ven satisfechas en algún partido. 
El sexto aprendizaje que me gustaría plantear es que dejemos de lado el papel de las encuestas de opinión sobre las preferencias electorales. No es sano que las encuestas predispongan a la persona, en la medida que le desincentiven para optar por su primera opción, sino por una supuesta opción ganadora. Mucho ojo estimada comunidad lectora, el voto debe ser motivado por una convicción personal y no por pretender votar por el que se supone va a ganar, todo voto es útil porque es parte del proceso que legitimará la competencia entre las opciones, la participación y voluntad popular para elegir a las autoridades. 
Para finalizar postulamos el siguiente aprendizaje, debemos agradecer a las personas que se postularon a los diversos cargos, porque nos permite mantener vigente el sistema republicano y democrático, donde las personas saben que pueden postularse y competir para acceder al ejercicio de cargos públicos. Seamos conscientes que implicó desgaste emocional, económico, laboral y hasta familiar, por tanto, es justo agradecerles porque mantienen viva la participación ciudadana y la credibilidad sobre el sistema electoral de nuestro país.